Siguiendo la pista del Renacimiento búlgaro
Para un viajero es muy difícil de resistir al romanticismo de las pequeñas, pero coquetas ciudades serranas. Ellas han conservado su espíritu de antaño, con sus típicas calles comerciales renacentistas, los talleres de artesanía, las tabernas llamadas “mejaná”, que ofrecen platos tradicionales de la zona. El calendario búlgaro es repleto de una serie de festivales y eventos folclóricos.
Muchos municipios unieron sus fuerzas para poner en práctica el desarrollo del turismo cultural. Fueron desarrolladas rutas que revelan no sólo los tesoros naturales de la Cordillera Balcánica Central, sino también la hermosa arquitectura, los usos y las tradiciones del Renacimiento búlgaro (siglos XVIII a XIX) cuando la región era un próspero centro cultural y económico en esta parte de los Balcanes. Los municipios disponen de monumentos bien conservados de la época: casas de los siglos XVIII-XX, viejos puentes, torres de reloj, museos, etc.
Más valioso es que muchos regiones de Bulgaria han conservado su espíritu renacentista. Esto uno lo puede sentir paseando por la antigua calle comercial con los talleres de manualidades en el complejo arquitectónico-etnográfico de “Étara” en la ciudad de Gabrovo, o cruzando por el puente de la torre, en la ciudad de Triavna, o visitando los museos de Plovdiv, o la vieja reserva arquitectónica e histórica de Bozhentsi con sus casas de más de 200 años.
La ambición de los municipios búlgaros es atraer a más turistas ofreciéndoles rutas temáticas relacionadas no sólo con la historia, sino también con la naturaleza intacta de los Balcanes.
Pocos. pero hermosos recuerdos de mi pais.
Muy lindo, lo conosi el año pasado.
MARAVILLA
Que bellesa!!
HERMOSO¡¡¡¡