Pocas cosas son tan placenteras como disfrutar el delicioso aroma a pan casero; sin embargo muchas veces por falta de tiempo o la complejidad de realizar esta tarea, nos privamos del deleite del pan casero.

Hoy, aquí les presentaremos nuestra receta.

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Ingredientes:

Harina – 1 kg

Levadura fresca – 50 g

Leche – 300 g

Huevos – 3 y una yema para pintar

Aceite – 3 cucharadas

Azúcar – 1 cucharada

Sal – 1 cucharada

Manteca – 100 g

Preparación:

Poner la levadura en un bol junto con una cucharada de azúcar y los 300 gramos de leche tibia. Añadir 2-3 cucharadas de harina, mezclar y dejar descansar hasta que comience a fermentar.

Tamizar la harina, hacer un hueco en el centro de la harina donde verter  los huevos, la sal, el aceite y la levadura. Vas juntando todo poco a poco. Si ves que la masa está demasiado blanda y húmeda, añade algo más de harina. Si está muy seca, humedécela  un poco. Es importante amasar bien para que se desarrolle el gluten y la masa tenga elasticidad. Una vez que el bollo tiene forma y solidez, lo dejamos reposar cubierto con una servilleta o repasador en algún lugar cálido para que leude y gane tamaño. Si la cocina es un ambiente muy frío, puede dejarse sobre el horno encendido. Lo importante es que esté en un ambiente con una temperatura ligeramente calurosa.

Una vez que la masa doblo su volumen, dividimos el bollo en tres partes. De cada una de las partes se hace una tapa redonda con unos 30 cm. de diámetro. Las tapas se untan con manteca derretida y se arrollan. Se dejan descansar  hasta que aumenten su volumen. De cada tapa arrollada se cortan pedacitos y se colocan en la fuente con el corte hacia arriba. Se dejan a subir su volumen de nuevo. Frotar con yema de huevo y hornear en el horno a 170 grados.