145 aniversario de la muerte de Vasil Levski en Argentina

Cada 19 de febrero representantes de la Asociación Civil “Los Búlgaros” rendimos homenaje al héroe nacional búlgaro más amado –  Vasil Levski ante su monumento erigido en el parque del Barrio Belgrano de Buenos Aires. Y no por casualidad, con veneración y cariño nuestro pueblo lo ha llamado el Apóstol de la Libertad.

Vasil Levski fue un revolucionario búlgaro y héroe nacional. El nació en la ciudad de Karlovo el 18 de julio de 1837. Después de acabar la escuela, se ordenó en el monasterio de Sopot “Sv. Spas” como diácono con el nombre de Ignatii. ¿Pero qué hace, que este hombre con un futuro brillante en el área espiritual participe en las actividades revolucionarias?

En el año 1861, bajo las influencias de Georgi Sava Rakovski, decidió entregarse por completo a la idea revolucionaria de liberar Bulgaria de los otomanos. En el año 1862 Levski viajó a Serbia para alistar voluntarios en la Legión búlgara organizada por Rakovski. Entre los años 1862 y 1868 participó en todos los ataques armados de los búlgaros contra el Imperio otomano.

Levski desarrolló un proyecto revolucionario, que influyó notablemente en el movimiento de liberación búlgaro. Su proyecto establecía la obtención de la liberación nacional de Bulgaria mediante el alzamiento armado de todos los búlgaros del Imperio otomano. La insurrección sería preparada, controlada y coordinada por una organización revolucionaria central, de la que dependerían varios comités revolucionarios locales extendidos por toda Bulgaria.

Levski también desarrolló la forma del futuro gobierno de Bulgaria – una república pura y sagrada. En varias ocasiones reiteró que los revolucionarios búlgaros luchaban contra el gobierno opresor del sultán otomano, y no contra el pueblo turco y su religión. En el año 1872, había conseguido establecer una red fuertemente organizada de comités en varias ciudades y aldeas búlgaras en constante contacto y subordinados al comité central clandestino situado en la ciudad de Lovech.

Perseguido, capturado y juzgado por las autoridades turcos, Levski fue ahorcado en las inmediaciones de Sofia en 1873.

Ante el Tribunal, Levski se comporta con extrema firmeza y no proporciona ningún detalle sobre la organización, asumiendo la total responsabilidad de la actividad revolucionaria el mismo. Con orgullo defiende la causa de la revolución y el derecho de Bulgaria a ser libre.

El Apóstol de la Libertad no solo es un héroe nacional búlgaro y un ideal, sino también es un luchador para la igualdad, la fraternidad y la unidad de los pueblos europeos. Y hoy, 145 años después de su trágica muerte necesitamos su fe pura y conciencia incorruptible, porque todo lo que hizo, como él mismo menciona en su confesión, lo ha hecho por su Patria.

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