El artista y su obra

Jorge Kurteff nació en Bulgaria el 1° de junio de 1916, en medio de la Primera Guerra Mundial. Siendo niño padeció el dolor y la pobreza de un sufrido país de postguerra. A falta de juguetes, él se los construía con chatarra bélica: latas, trozos de vehículos fuera de uso, y así fue demostrando su ingenio y su amor por los metales. Cuando hacía su segundo año del colegio secundario, confeccionó una maqueta de locomotora metálica y eso le valió el primer premio de su vida otorgado por el Ministerio de Educación de su país.

De joven, Kurteff estudió arte en la Ciudad de Sofía donde recibió su título de escultor y orfebre. Al mismo tiempo estudió en la Escuela de Ingeniería Ferroviaria, pero le sorprendió la Segunda Guerra Mundial cuando aún no había terminado sus estudios. Sin embargo, esto le valió el ser movilizado militarmente en una importante estación ferroviaria. En plena guerra pudo hacer tres grandes exposiciones. Como no se conseguían metales apropiados, utilizó para sus obras el latón de las vainas de balas de proyectiles. De estas piezas destinadas a matar, el artista creaba flores de metal figurando personajes de cuentos que significaban verdaderos alegatos en pro de la paz y del amor. A partir de allí, en su país fue conocido como «el poeta del metal». Finalizada la guerra, pudo salir de su país mediante un intercambio cultural entre Bulgaria y Checoslovaquia, pero no volvió más a Bulgaria. Luego estuvo viviendo en Suecia donde trabajó como orfebre en la Casa de la Corona Sueca. Allí hizo amistad con el embajador argentino en Suecia y, gracias a esa buena relación, en 1948 desembarcó en Buenos Aires buscando paz y libertad. Adoptó a este país como propio al legalizar su ciudadanía argentina en 1953.

Kurteff amó mucho este país y en nombre de ese amor y ese respeto que sintió por él, le ha ofrendado, como signo de agradecimiento, todo su patrimonio artístico, todo el resultado de su larga vida de incansable y tenaz laboriosidad, todo el fruto de su experiencia, su depurada técnica y fecunda inspiración. Jorge Kurteff falleció el 27 de febrero de 2003, dos meses después de haberse inaugurado el Museo que lleva su nombre.

El Museo Kurteff contiene la obra del artista Jorge Kurteff, quien donó a la sociedad el fruto de su trabajo de toda la vida y eligió la Villa de Merlo, en la Provincia de San Luis, República Argentina, como un lugar especial para depositar su legado a perpetuidad. Este es hoy un importante exponente del patrimonio cultural del país.